martes, 14 de febrero de 2017

No tan Valen-Grinch

Luego de haber descargado un poco de frustración en el post anterior, decidí que tengo derecho a un poco de romance el día de hoy. Recolecté algunas frases de películas y demás contenidos de mi total agrado (muy poco de esto pertenece a películas o series románticas, así que realmente es significativo) y comparto aquí las que pude recordar. Si recuerdo más, tal vez las añada. O haga una segunda parte el año que viene. A ver qué pasa :)

Y no, no aparece el Always. Por mucho que admire a Alan Rickman, Snape siempre fue un hijo de la fruta.




 "¡No quiero perderte! No otra vez... no soy tan fuerte."

-Los increíbles (Disney/Pixar, 2004)



Lo típico, el héroe que hace todo solo y parece inmortal e invulnerable. Hasta el día en que se da cuenta que ya no está solo, que no es inmortal, y que aunque sea invulnerable, su mundo no lo es. Mr. Increíble, luego de una gran cantidad de desventuras y de creer haber perdido todo, se niega a perder al amor de su vida y la vida que han construido juntos, aún a riesgo de parecer el típico héroe pedante que "trabaja solo". Ya no solo es salvar al mundo, sino proteger su mundo. Sin importar cuantas veces la vea, esta escena, y esta frase, siempre me han conmovido.




"¡Que se traguen el protocolo!"

-Arthur y los Minimoys (Europa Corp. 2006)



Luc Besson -el Genio de la Acción- se permitió entre 2002 y 2005 escribir material no tan sanguinario y más familiar, del cual surgió esta serie de películas... a la que le pudo haber ido mejor.

Los minimoys son criaturas tan conservadoras que no dan su primer beso hasta el día que deciden casarse. Vamos, el primer beso en sí mismo cuenta como la boda. Y después de esto, el protocolo les exige esperar todo un año para volver a besarse, demostrándose así paciencia y confianza. Por ello, en la primera película luego del primer beso entre los protagonistas (no es spoiler después de 10 años) y sabiendo ellos mejor que nadie que lo suyo es amor del bueno, la dulce y educada princesa Selenia manda a volar toda convención social, y despide a su héroe como se merece, para comenzar la larga espera de un año antes de volverse a ver.




"Yo, Quinto Elemento. Ser supremo. Yo protejo a tú."


-El Quinto Elemento (Gaumont Film Co. 1997)


Mi memoria decidió jugarme una afrenta e impedirme recordar otras frases de este clásico, también de Luc Besson. No obstante, esta es una de las frases con las que más podríamos identificarnos al estar bajo el dominio del amor. Cuando descubrimos a alguien así de especial, sea o no nuestra pareja, siempre vamos a querer poner luz en su camino y evitar a toda costa que el resto del mundo le quiera hacer algún mal. Aunque no seamos seres supremos precisamente, lo daremos todo por el bienestar de esa persona tan importante para nosotros.




"No estoy enamorada de usted. Yo le amo."


-Odette Toulemonde (Pathé Films, 2006)



La historia, escrita y dirigida por Eric-Emmanuel Schmitt (más información aquí) cuenta las andanzas de Odette, una viuda humilde que contra viento y marea encuentra siempre el modo de ser feliz, y que es muy fan de los libros de un escritor que lo tiene todo, y aún así, no es feliz. Una serie de circunstancias llevan a esta frase, pequeña pero profunda.
No es fácil entender la diferencia entre enamoramiento -idealización, pasión, lujuria- y verdadero amor -conocimiento, confianza, respeto... y lujuria, porque no. Pero quienes la entienden son los que tienen el secreto de un amor feliz.

Como dijo el Príncipe de la Canción "casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar".




"Ya no puedo seguir huyendo, ahora hay alguien a quien quiero proteger. A tí."



-El Increíble Castillo Vagabundo (Studio Ghibli, 2004)



Howl es guapo, inteligente, poderoso... y un coyón. Años de esconderse bajo múltiples alias y disfraces, vagando en un castillo mágico -similar a la casa con patas de Baba-Yaga- buscando ser libre, solo lo han llevado a ser prisionero de su propio miedo, lo cual llega a su fin cuando Sophie aparece. Es el mismo caso del 5to Elemento, cuando al fin encuentras a alguien que te hace sentir débil y fuerte a la vez, todo cambia, y lo que parecía sin importancia cobra un nuevo significado.





-Harry Potter y el Príncipe Mestizo (Bloomsbury, 2005)
(agregado el 15 de febrero)


La película se pudo llamar también Harry Potter y el misterio de qué es lo que Yates entiende por desarrollo de personajes.

El fragmento de arriba pertenece al sexto libro, pero el romance de Bill y Fleur se venía cocinando desde El Cáliz de Fuego. A lo largo de la historia, Fleur Delacour demuestra ser mucho más que una rubia presumida, y éste párrafo, que viene después de la clásica guerra suegra-nuera que se trae con Molly Weasley toooodo ese año, termina por confirmar que lo que siente por el mayor de los Weasley (previamente atacado hasta la deformidad por un hombre-lobo) no es un simple capricho.

Claro que al director le importó un rábano, y lo que se hubiera convertido en una brillante actuación de Clemence Poesy se obvió de un modo casi ofensivo. Pero lo importante de esto es que nos hace replantear el significado de En la salud y la enfermedad. Hay casos de personas que, luego de eventos traumáticos, prefieren dejar a la otra persona en lugar de apoyarla cuando más lo necesita. No cualquiera tiene el valor para mantener los votos de amor, incluso si no hay un compromiso de por medio.






 "Los problemas de tu pasado son tu asunto. Los problemas de tu futuro son mi privilegio"

-Sherlock (BBC, 2014)




Tras una serie de eventos muy desagradables, el Dr. John Watson se encuentra con que Mary Morstan, la dulce mujer con la que se ha casado, no sólo no es quien él pensaba, sino que ni siquiera se llama así. No obstante, el amor que ambos se tienen es mucho más fuerte que cualquier sospecha, más grande que cualquier mal recuerdo, y con ésta hermosa frase, el matrimonio Watson da por visto el tema y manda al diablo todas las dudas del pasado para dar la bienvenida a un futuro brillante y feliz.

Descubrir que la persona a tu lado no es lo que pensabas -o esperabas, y mal por ti si es el caso- es la prueba de fuego para toda relación. Volvemos a la diferencia entre enamoramiento y amor. Tendemos a idealizar a la persona de la que estamos enamorados (es preciosa, es perfecto, es brillante) y cuando empiezan a surgir los defectos pequeños (ronca, no se baña, come con las manos) también empiezan las peleas (tú no eras así, cambiaste, antes eras diferente) Esto se debe también a que nosotros mismos, durante el enamoramiento, procuramos ser una "mejor versión" de nosotros para la otra persona, pero una vez que nos sentimos a gusto y en confianza, obviamos las cortesías y todo lo que somos comienza a asomar.

Es aquí cuando viene el reto: ¿me vas a aceptar? ¿Me amarás al amanecer? La respuesta a estas preguntas es clave para saber hacia dónde va la relación. O si aún existe una relación.

Pocas veces nos enfrentamos a problemas mucho más grandes (adicciones, pasado oscuro) como John y Mary, y es ahí donde el reto más grande y difícil se aparece. Si te perdono, ¿lo volverás a hacer? Si ya no lo hago, ¿confiarás en mí? Si lo vuelvo a hacer ¿me volverás a perdonar? No solo es difícil contestar a esas preguntas, también lo es hacer las preguntas correctas. Al hacerlas y responderlas con el corazón en la mano, medimos el calibre de la persona a nuestro lado, y solo entonces podremos decir o decidir, si sus problemas son su asunto o nuestro privilegio.

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