Juro que lo último que quiero es seguir escribiendo de éstas. Ahora mismo debería estar dando los toques finales a mi Magnum Opus o continuar con Mar y Tierra, que se suponía debía terminar este mes. Pero aquí estoy, escribiendo un tercer sin título.
Probablemente es que la situación actual al fin me está afectando. Eso, aunado a mis frustraciones eternas de tener medio de fracasar pero aún más miedo de dar un auténtico primer paso. No se le puede llamar Síndrome del Impostor si ni siquiera lo has intentado, pero entonces, ¿qué es esto?
¿A qué le tengo miedo? ¿Porqué le tengo miedo? No es nada más que mi estúpida ansiedad atacando de nuevo. Pero siendo consciente de ello y repasando todo mi conocimiento, no logro que se vaya por completo. Soy yo siendo mi propio enemigo -de nuevo.
Tuve un profesor de meditación -a quien a pesar de sus puntos de vista un tanto radicales le debo mucho- que basaba sus clases en una frase muy curiosa: Una mente sin control de una pulga hace un caballo. Significa que nuestra propia mente puede jugarnos malas pasadas si se lo permitimos.
Sé que estoy mejor que antes porque he pasado meses enteros sin un incidente serio. Revisando mi plataforma, hace tres años escribí el anterior, así que supongo que se puede considerar un triunfo.
Este fin de semana sólo será esto, y con suerte mañana se me pasará. Incluso esta misma noche, si sigo mi propio protocolo. Pensándolo bien, en la siguiente entrada voy a compartir mi diagnóstico y protocolo de primeros auxilios para estas situaciones, porque creo que no soy la única persona que ha pasado por algo así. Y pensándolo bien, creo que por una vez me está haciendo bien escribir una de éstas.
Cuentos, poemas, pensamientos poco ortodoxos y sirenas. Soy una escritora que se inyecta imaginación para no morir de realidad.
domingo, 17 de mayo de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Grettel
- ¿Estás herido, terroncito? Sosteniendo una linterna de las antiguas de aceite y envuelta en un chal de color rosa, la mujer que se hab...

-
Las musas tienen el calendario desfasado. -¿Y cómo fue? -Una estupidez-dijo el fantasma viejo.-Me enredé con las series que instalaba para...
-
- ¿Estás herido, terroncito? Sosteniendo una linterna de las antiguas de aceite y envuelta en un chal de color rosa, la mujer que se hab...
-
-... lo siento... lo siento... lo siento... El susurro se repetía una y otra vez, junto con un extraño sonido terroso. Al principio pensó qu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario